Exposición permanente de 12 piezas utilitarias de la Alfarería Tradicional de Quinchamalí

Tres destacadas alfareras de la localidad trabajaron en una colección de doce piezas utilitarias que podrán ser consultadas en la publicación, quedando como exposición virtual permanente y gratuita al público.

La memoria e identidad local de la tradición alfarera de Quinchamalí, ubicada a 32 kilómetros al suroeste de Chillán, posee múltiples dimensiones: particulares, colectivas, materiales e inmateriales, que se expresan en las diferentes formas de hacer cada pieza. Cada alfarera tiene su propio estilo y desarrolla un valor y sello auténtico. A su vez, cada acción individual se realiza dentro de un marco tecnológico mayor, que da seguridad para que las piezas alcancen su estado final.

Valorizando estos procesos y dimensiones, en su mayoría invisibilizados, es que se elaboró un catálogo de doce piezas utilitarias de Alfarería Tradicional de Quinchamalí que exhibirá las creaciones de Victorina Gallegos Muñoz, Flor Betancur Rodríguez y Gabriela García Ramírez, alfareras de esta localidad ubicada en el corazón de la región de Ñuble. Las 12 piezas utilitarias corresponden a: 3 pailas, 3 mates, 3 jarros y 3 ollas.

Al ser ésta una plataforma de libre acceso, con contenido exclusivo y único sobre los oficios, permite un acercamiento directo al público general sobre las alfareras, su práctica, conocimientos y vida. Además, el público accede a esta exposición virtual dentro del contexto de producción, aproximándose a la valoración de esta creación personal, artística y artesanal.

Este trabajo consta de 3 publicaciones: primero, el catálogo, de las 12 piezas con sus características técnicas y descripciones morfológicas. Luego, las biografías y los archivos personales de cada alfarera y, finalmente, las cápsulas audiovisuales con la descripción de los procesos de manufactura de cada alfarera.

Sobre esta primera publicación

La producción de las piezas se realizó entre el 27 de agosto y el 23 de septiembre del año 2019, en el marco de la investigación etnoarqueológica impulsada por Gabriela Campaña Gibson. Las alfareras permitieron realizar el seguimiento de las cadenas operativas las cuales fueron registradas por videos y fotografías. Una vez terminadas las piezas fueron trasladadas a Santiago, debido a que la investigadora reside en este lugar y fue quien realizó el análisis cerámico entre octubre y diciembre del 2019.

En el análisis de las piezas finales, se aplicó una ficha de análisis cerámico. En relación a la superficie se puso énfasis en su tratamiento y color tanto en el interior como exterior de cada pieza. Luego, en relación a la forma del cuerpo se clasificó su simetría, la categoría de vasija según estructura (No restringida, Restringida, Restringida independiente [Con cuello]); el tipo de contorno (Simple, Compuesta, Inflectada, Compleja) y la forma de la sección del cuerpo, cuello, labio, borde y base, todo ello siguiendo los sistemas de clasificación de Shepard (1956) y Rice (1987). También, se consideró la forma del asa, su cantidad, emplazamiento, posición, inserción, tipo, forma de la sección, y medidas de largo, ancho, espesor, alto superior y alto inferior. Además, se tomaron los volúmenes de cuerpo y cuello de todas las piezas menos de las tapas pertenecientes a las ollas. También se midieron las alturas (cuerpo y cuello) y los diámetros máximo y mínimo. En relación a la decoración, las variables fueron: técnica decorativa, elementos, color, motivos y disposición, tanto en interior como en exterior. Al ser piezas completas, sólo se midieron los espesores del labio y borde.

En relación a las huellas del proceso de creación que quedan en las piezas finales, el principal criterio se observa entre las superficies interiores y exteriores.

Las alfareras constantemente fueron borrando las huellas tanto desde interior como del exterior al momento de ir armando una pieza. No siempre era posible hacerlo en ambas superficies. Esto depende de si es una pieza con cuello o sin cuello. Si éste es pequeño, como el caso de mates y jarros, la mano no logra acceder bien al interior de la pieza. En cambio, en pailas y ollas, al ser piezas abiertas, las superficies, interior y exterior, eran muy similares.

Una vez que la pieza ya está armada, se observan los tratamientos de superficie, todas las piezas de la colección se han lustrado y son brillosas en su superficie exterior. Según cuan restringida, es decir cuan cerrado o abierto es su cuello, se observan diferencias por el interior. Las ollas y las pailas muestran este tratamiento de superficie por dentro y por fuera con mayor homogeneidad. Se establecieron los criterios de textura, brillo/opacidad, que se expresan de forma diferente tanto en la superficie interior como en el exterior.

Respecto a la decoración, el color negro se expresa en ambas superficies, logrado mediante la técnica del ahumado en la quema de la pieza. Sin embargo, según el tipo de tratamiento de superficie realizado cambia su opacidad/brillo. La incisión, que es el dibujo que se le hace con motivos de flores y/o lineales, se realiza por la superficie exterior. En algunos casos las vasijas presentan aplicaciones o motivos modelados.

En cuanto a las secuencias que no se expresan en las piezas finales completas, encontramos la preparación de la pasta, su limpieza y cocción. Desde el estudio de éstas, es imposible establecer cómo fue preparada la pasta e identificar si ésta fue realizada con los pies o la mano. Así como tampoco determinar las proporciones que se utilizaron, ni los conocimientos ni gestos técnicos de la preparación. Aunque las alfareras señalan que hay una proporción aproximada para esta acción (para un 100% de arcilla, se le agrega 50% de arena y 25% de greda amarilla), finalmente se trata de un procedimiento que se va tanteando a medida que se desarrolla. A veces se le puede agregar más agua o más arena o menos greda amarilla. Esto depende de si son utilitarias u ornamentales y de su tamaño. En este caso, trabajamos con piezas utilitarias, pero no fue posible realizar análisis de la pasta sin comprometer la integridad de las piezas, no siendo posible identificar proporciones de antiplástico (arena) en la arcilla.

Por otra parte, tampoco se puede establecer desde la pieza completa, cómo fue la limpieza de la pasta ni qué herramientas o gestos se utilizaron. Ahora bien, según lo evidenciado, si a la pieza le hubiese quedado alguna piedra o impureza, seguramente no hubiese llegado a su fin, pues se habría “saltado” o trizado una parte de la superficie al momento de la quema, o definitivamente quebrado.

Sobre las características posibles de reconocer, aunque no en todos los casos, se agrupan las variables correspondientes al armado de la pieza, los tratamientos de superficie, la decoración y la sobre exposición a la cocción.

A veces, en una misma pieza, podemos encontrar huellas de las distintas decisiones de cada alfarera, correspondientes al raspado, bruñido con agua, encolado, bruñido y lustrado en las dos superficies. Esto se hace evidente por el grado de opacidad/brillo y las texturas observadas.

La decoración involucra dos técnicas: 1) la realización de la incisión (pre cocción), donde se definen la ubicación y elementos de los motivos; y 2) ahumado y aplicación del colo blanco (post cocción). Por otra parte, es imposible visibilizar el proceso de la cochura ni la forma en que se realiza la cocción, a excepción de la identificación de un ambiente reductor que ennegrece las piezas.

Por último, en ocasiones quedan manchas platinadas por la sobre exposición al calor. El resultado de un negro que pasa a platinado en una zona en particular, es porque estuvo expuesto más tiempo al fuego.

En el proceso de creación de una pieza de Quinchamalí varias cosas se van borrando y otras van quedando. Esperamos que con todas estas indicaciones puedan afinar la mirada y ampliar su conocimiento al enfrentarse a una pieza de alfarería. La valoración de nuestros oficios también pasa por entender y reconocer la buena manufactura, sus procesos y las vidas de las personas que son parte de esa creación.

Catálogo 12 piezas utilitarias Quinchamalí

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