El Zapatero: entrevista a Álvaro Veliz

De repente tú vas al taller de Don Luis y todos allá son de familia de zapateros, entonces tú llegas y están compartiendo, tomándose un vinito, y ese convivir, meterte en ese círculo más familiar, ha sido muy rico, enriquecedor.

Nombre: Álvaro Veliz
Edad: 30 años
Oficio: Zapatero
Profesión: Ingeniero civil
Estudios de zapatería: sin estudios formales en el rubro.
Autodidacta, conocimientos transmitidos por su maestro.
Su Marca: Eligens
Contacto: alvaro@eligens.cl

Álvaro Véliz, creador de Zapatos Eligens, será el cultor a cargo de presentarnos el oficio de zapatero en Oficio x Oficio. Desde su experiencia, iremos conociendo y aprendiendo acerca de la historia y técnica de la zapatería. En esta conversación en su taller, con la sencillez y simpatía que lo caracterizan, Álvaro nos cuenta cómo llegó al oficio, sus principales aprendizajes y la importancia que ha tenido su maestro en este proceso. Además, nos hace una invitación: “Si yo tuviera que aconsejar algo sería mirar, mirar, ver, tener los ojos abiertos y valorar el trabajo de personas que en el fondo se han dedicado toda la vida a eso y tienen una sapiencia muy grande”.

¿Desde cuándo nace tu interés por los zapatos y la zapatería?

El 2012 me vine a vivir acá a Santiago. Estudié en Valparaíso Ingeniería Civil, me quedé trabajando allá un rato y después me puse a pololear con la Caro y me vine a Santiago con ella. Acá en Santiago estuve como 5 años trabajando de ingeniero y como la pega de ingeniero es mucho de estar frente al computador, muy sedentaria, decidí que quería hacer algo más, algo que me entretuviera los fines de semana y cuando llegaba a la casa y ahí comencé una búsqueda de qué hacer, quería alguna manualidad, pero quería una manualidad que fuera funcional, porque no quería que las cosas que hiciera quedarán ahí botadas. Típico que uno se motiva por pintar algo y después ¡ya no sabes qué hacer con tantos cuadros!. Y en esa búsqueda la Caro, mi polola, llegó con un zapato como tejido y yo dije: “¡Esta cuestión es como una obra de arte! esto es un trabajo manual súper dedicado” y en ese momento dije: “¡Quiero hacer zapatos!”

Y ahí pensé… ¿quién me va a enseñar a hacer zapatos? Entonces un día fui a la calle Victoria, que es donde están los zapateros antiguos de Santiago y cuando encontré una tienda donde me gustaron los zapatos, entré y me compré unos zapatos. Y en ese mismo momento entró el tipo que administraba la zapatería y le dije: “Oye, quiero aprender a hacer zapatos, me gustaría venir a ayudarte los sábados en la mañana”. Se lo dije con la idea de que no me pagara, mi intensión era aprender y el gallo después de mi propuesta como que me miró medio extraño, al principio le parecía súper raro y después de insistir un rato me pescó. Y ahí partí, fui como un mes a ese asunto, me fui metiendo en las cosas, me mandaron a comprarme unas herramientas y así fui conociendo más gente que trabaja en el rubro.

Y durante este proceso en el que aprendiste a ser Zapatero ¿tienes algún maestro que podrías identificar como clave en tu aprendizaje?

Sí po, después de esa búsqueda fui definiendo más lo que quería. Mientras tanto miraba mucho zapato inglés por internet, zapatos que me gustaban, que me gustaría sacar el modelo. Porque el hecho de hacer un zapato tiene varios sub procesos y yo quería aprender a hacerlos todos. Y en esa búsqueda encontré a un caballero que hacía zapatos de suela, que era lo que yo quería hacer y él mismo se ofreció a enseñarme, él me dijo: “¿Tú quieres aprender? ¡yo te enseño!”. Y ahí fue como don Luis Troncoso me empezó a guiar, me dijo: cómprate esta máquina, esta otra cosa, con todas estas cosas no vas a gastar mucha plata pero esto es el alma del taller. Por ejemplo me insistió con que tenía que tener una raspadora, porque es el alma del taller para poder hacer un zapato de suela.

Y con él he seguido trabajando hasta el día de hoy, me ha ido enseñando todo. Digamos del proceso de montaje del zapato más que nada, porque el proceso del diseño lo fui aprendiendo más por las mías, porque este caballero no trabajaba en eso, nunca trabajó en eso, él trabajaba armando zapatos más que nada. Así que la parte del diseño es una parte más autodidacta.

¿Y haber estudiado ingeniería te sirvió de algo para todo este proceso de ser zapatero?

O sea yo creo que el hecho de haber elegido hacer zapatos es como parte de haber estudiado ingeniería. Porque cuando yo busqué el oficio, o esta actividad manual que me entretuviese, pensé en algo que fuese funcional ¡no es que desmerezca pintar! pero no quería que las cosas se me fueran acumulando y creo que eso es muy dado al lado ingenieril. Y también el hecho de diseñar un zapato y después construirlo, tiene mucho de ingeniería, de cómo diseño las piezas para que al montarlas queden de tal forma para que el zapato sea lo más cómodo posible, eso también tiene mucho de ingeniería. Y ahora en esta aventura más emprendedora, por decirlo de algún modo, la ingeniería también me ha ayudado mucho, como al armar el proyecto, al postular a ciertos fondos de CORFO, ha sido como una formación que me ha ayudado mucho. Si bien en el fondo mi carrera en particular no está directamente relacionada con los zapatos, sí tiene mucho de ingeniería hacer un zapato.

Una vez que aprendiste el oficio ¿cómo fue elegir un nombre para tu marca?

La verdad es que en un principio me di hartas vueltas. Me resultaba un poco difícil encontrar algo que tuviese un significado en sintonía con los zapatos que quería hacer, pero después de madurarlo un poco y en esa búsqueda, encontré una palabra en latín que me gustó mucho. ELIGENS, palabra que en sí significa extraer, elegir, de la cual por allá en el siglo XVI se originaron dos conceptos; “Inteligencia” y “Elegancia”. Esto porque ambos tienen en su esencia el extraer y elegir. Elegancia significa “dotado de gracia, nobleza y sencillez”, una cualidad cultivada inicialmente por la nobleza y heredada por la burguesía. Pero la persona verdaderamente elegante no es elitista o necesariamente formal, sino que denota buen gusto en sus elecciones, sabe elegir lo correcto para cada ocasión y está llena de garbo, gracia, distinción y sencillez, lo que le permite desenvolverse y compartir cómodamente con las personas de su entorno. Por otra parte, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir. Un individuo es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema. Todo esto me pareció perfecto para lo que buscaba. Las personas elegantes son a la vez inteligentes porque entienden los códigos sociales y del medio ambiente y saben adaptarse a ellos de manera apropiada y con clase.

¿Cómo haces tu clientela? ¿se puede vivir hoy de ser zapatero?

En un principio, como era un hobby, le hacía zapatos a mis amigos o a las amigas de mi polola. En general yo me interesé más por hacer zapatos de hombre, porque como era mi hobby los iba a ocupar yo y a lo más un amigo. Pero en la medida que iba haciendo hubo mucho entusiasmo porque hiciera zapatos de mujer, las mujeres son en verdad mucho más interesadas en el tema. Entonces una vez que vi que existía interés porque yo les hiciera zapatos se fue extendiendo el trabajo a mis amigos, a las amigas de mi polola, como te decía, o a gente que me contactó por el Facebook y así se fueron dando las cosas. Como era mi hobby y mi pega principal era ser ingeniero, no tenía ningún apuro en dedicarme al asunto, pero en definitiva a mí me empezó a gustar harto este oficio y ahora mi hobby se convirtió en mi actividad principal, porque me tomé el tiempo para poder echar a andar este asunto. Don Luis, mi maestro, siempre me decía: “oye, pucha podríamos fabricar”. Y ahora me di el tiempo de hacerlo y en el fondo es como toda una aventura nueva, porque hay que hacer una tienda, buscarte los clientes, buscar una forma de cómo difundir lo más posible lo que tú haces. A través de una página de internet, he estado yendo a otras asociaciones como de diseñadores independientes, donde tienen lugares en los cuales vender. Así que ahí se va a ir haciendo, dependiendo de la oferta y demanda.

Y dentro del proceso de hacer el zapato ¿tienes alguna herramienta que sea tu regalona, que no podrías trabajar sin ella?

Es que hay varias herramientas, como que cada sub etapa del zapato tiene mucha especificidad. Entonces hay muchas herramientas que son importantes en todo el proceso, por ejemplo, en el momento de armar el zapato la pinza es la principal para poder estirar el zapato y dejarlo listo para poner la suela. Pero hay otras sub etapas como coser, donde es imprescindible una máquina y cada herramienta o máquina que tú ocupas le da un nivel superior al zapato, mientras más detalles tiene un zapato se convierte en un zapato más fino. Dicen que hacer un buen zapato te lleva el 80% del tiempo o del esfuerzo y que ese otro 20% restante de trabajo hace que el zapato sea de una calidad superior.

¿Qué es lo más raro que te ha tocado ver en este el mundo del zapatero?

Lo más raro, no sé si raro, pero lo que más me ha gustado de hacer zapatos, es que puedes conocer otro círculo al cual yo no tenía acceso o jamás me imaginé que yo iba a conocer. De repente tú vas al taller de Don Luis y todos allá son de familia de zapateros, entonces tú llegas y están compartiendo, tomándose un vinito y entonces ese convivir, o como meterte en ese círculo más familiar, por decirlo de algún modo, ha sido muy rico, enriquecedor en otra parte del proceso, porque a parte de aprender a hacer el oficio de zapatero, he aprendido de las relaciones humanas que se van desarrollando dentro del taller. Pero algo así como raro en particular, no, no me ha ocurrido.

¿Y no te ha penado no ser parte de una familia de zapateros al momento de trabajar como zapatero?

La verdad es que no, porque como había sido un hobby hasta hace poco, la verdad es que no me había penado.Pero ahora que estoy tratando de que esto funcione, con una marca y que sé yo, igual he sentido harto de lo que me ha transmitido este caballero, Don Luis. Me ha presentado con otros tipos que hacen sus procesos del zapato, que tú los puedes sub contratar para ciertas cosas. Entonces en el fondo, como no tener esa tradición o esa familia de zapateros, se ha suplido con esta buena relación que yo he tenido con este zapatero.

Para terminar ¿nos quieres compartir algo más?

Me gustaría decir que cada oficio es súper valorable y hay un mundo detrás de cada cosa. Entonces es súper interesante conocer las tareas que uno como que da por hechas, va por la vida sin detenerse en quienes son las personas que hacen las cosas. Y en particular a mí me motivó mucho hacer cosas que no todos hacen o tradiciones que se van perdiendo un poco en el tiempo por la industrialización y por el ritmo de vida de hoy. Es bonito detenerse a mirar los detalles de las cosas. Y entonces si yo tuviera que aconsejar algo sería mirar, mirar, ver, tener los ojos abiertos y valorar el trabajo de personas que en el fondo se han dedicado toda la vida a eso y tienen una sapienza muy grande.

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