Investigación.
Lugar de Residencia:
Coyhaique, Región de Aysén, Chile.
Biografía
Nació en la ciudad de Santiago, donde vivió hasta 2009. Estudió Sociología, y siempre tuvo interés por la ecología, por lo cual se trasladó en 2010 a la ciudad de Valdivia a estudiar el Magister en Desarrollo Rural. Entre 2015 y 2019 estuvo viviendo en Países Bajos, a donde fue a estudiar un Doctorado en Sociología del Desarrollo y el Cambio. Actualmente, reside en la ciudad de Coyhaique. Aunque sus investigaciones se han enfocado en comprender las dinámicas micropolíticas de los conflictos socioecológicos, siempre ha tenido interés en los oficios, principalmente textiles. Su máquina de coser la acompaña en casi todos sus traslados y aprendió de manera autodidacta. Le interesa investigar y aprender de oficios que contribuyan a la vida autosustentable, ¡desde bioconstrucción hasta conservas! Para transitar hacia una vida cotidiana basada en actividades que contribuyan al bienestar, de su familia y comunidad.
Me motiva pertenecer a una organización que surge con el propósito de relevar el conocimiento y sabiduría popular, desenmarcando los oficios del folklore y el romanticismo por el pasado. Hoy en día, más que nunca, en un planeta marcado por la crisis socioecológica global, considero fundamental aprender y difundir información sobre oficios que contribuyan a transformar nuestras prácticas cotidianas y a generar conciencia sobre el impacto que ha tenido la producción de mercancías en nuestras sociedades. Me motiva volver a poner en práctica conocimientos antiguos que nos ayudan a prescindir de materiales tóxicos, como el plástico y el aluminio, en aquellos objetos de uso cotidiano. Mi interés de colaborar con Oficios Varios nace desde la idea de que la investigación y la praxis no deben disociarse, pues es solo a través de ese vínculo en que se puede crear conocimiento transformador. Por lo mismo, quiero contribuir con mis conocimientos en metodologías colaborativas y escritura académica para expandir la difusión de los oficios en la academia.
El oficio que más practico es la costura, el cual aprendí de mi abuela y de mis amigas. Cosí toda mi vida a mano, hasta que a los 27 años me regalaron mi primera máquina de coser, la que lamentablemente me robaron. Unos pocos meses después me llegó otra máquina de regalo, la cual me acompaña hasta el día de hoy. Nunca he tomado un curso, sino que de forma autodidacta he visto tutoriales y leído libros que me han permitido coser toda suerte de cosas: fundas de sillones, ropa, juguetes, etc. Durante la pandemia aprendía a bordar, así que estoy ampliando mis conocimientos continuamente. Aunque solo hago cosas para mi casa o para mi familia, tal vez algún día me anime a dedicarme 100% a este oficio.
Me gusta la sensación de completar una costura y de ver que quedó como me lo había propuesto. A diferencia de la actividad académica que desarrollo, la costura es tangible, es decir, puedo tocarla y olerla. Me gusta jugar con las combinaciones de texturas y colores. Y, sobre todo, cuando mi costura es un regalo para alguien especial, ¡no hay nada más lindo que esa sonrisa de agradecimiento!
Autonomía y creatividad. Históricamente, la costura simboliza la autonomía económica de las mujeres, quienes relegadas a las labores de cuidado podían dedicarse a actividades económicas solo dentro del hogar. Esa autonomía y creatividad me parecen conceptos poderosos y transformadores, incluso en la actualidad. No obstante, creo que ahora es relevante expandir ese conocimiento a todas las personas y que no se asuma que es una actividad exclusiva de las mujeres.
La película Made in Dagenham de Nigel Cole; Libro: Artes y Oficios De Ayer, John Seymour.
