Y el área que más me gusta de Mon Rayün es enseñarle a la gente a trabajar la medicina del cuerpo, y que no solamente se trabaja en belleza externa, mi propósito siempre fue enseñar cierto grado de autonomía, que la gente pueda hacer cosas de forma simple, o medianamente simple, porque igual hay cosas que uno necesita que son especiales. Y que pueda esparcirse esto de que hay cosas que te van a ayudar a sanar por dentro y por fuera.
Cómo surge y de qué se trata Mon Rayün
Empecé con Mon Rayün hace mucho, mucho tiempo, como el 2012. Hice un curso chiquitito de cosmética natural, bien básico, pero súper interesante, porque dentro de esa cosa básica había una gama súper interesante de aprendizaje en torno a ciertos elementos, la cera de abeja, o cómo tratar la cosmética de una manera mucho más artesanal de lo que se trata ahora. Ahora es tomado como un oficio de laboratorio, “¿cachai?” Que está bien, pero creo que sufrimos del mal de la profesionalización de todo, entonces como que ¡luego vamos a tener la carrera técnica de cosmética natural!
Me da esa sensación. Yo partí después de tomar ese taller, la profe fue una de las primeras personas que yo conocí que hacían talleres de cosmética y era un taller súper económico, bonito, muchas mujeres. Me encantó, lo pasé bien.
Después de eso empecé a estudiar por mi cuenta, a meterme a internet. Yo en ese tiempo trabajaba en una municipalidad como paisajista. Lo pasaba muy bien, me gustaba mi trabajo. Hasta que llegó una directora que me hizo la vida un poco imposible y lo empecé a pasar muy mal. Finalmente, en una ocasión no me dio vacaciones y yo renuncié. Ya estaba cansada, ¡y me fui! Entonces Mon Rayün nació de la necesidad de desarrollar un trabajo, considerando que tengo una hija, que tengo una casa. En ese momento yo estaba con el papá de mi hija, y bueno, cuando renuncié me separé también, y fue como el gran cambio de la vida.
Ya para ese entonces había hecho talleres de cosmética un par de veces antes, pero después lo volví mi fuente de ingreso. Entonces Mon Rayün partió, por una parte, de la necesidad de generar plata y, por otra, porque estaba “chata” de los productos que conocía. Mi primera preocupación fue el tema del desodorante, por ejemplo. Compré desodorantes a distintas personas que hacían cosmética natural, y no me gustaban, no me funcionaban. Entonces al final tomé ese primer taller porque quería aprender a hacer un desodorante y uno bueno. Ahí aprendí a hacer labiales y otras cosas, y me encantó. Empecé a hacer mis propios productos, para mí. Y empecé vendiendo Mon Rayün en ferias y otros lugares. Después, cuando renuncié a la pega, comencé a hacer talleres más activamente.
Mi idea, en realidad, es trabajar la cosmética desde un área más medicinal, hago muchos trabajos a pedido, me llaman y me dicen: necesito un ungüento para mi mamá que tiene reumatismo y el túnel carpiano tapado. Entonces hago una crema medicinal especial para poder hacerle masaje a esa persona. Esa es el área que más me gusta de la cosmética, que tengan medicina que aporte a la salud de la persona. Esa área me agrada mucho más que el área belleza.
Eso, está ligado con varias cosas. Conozco de plantas medicinales por mi mamá y mi abuela, su papá, ellos en realidad desde la infancia me enseñaron de platas y hierbas porque estaban mezcladas en un patio grande lleno de plantitas. Entonces me decían: anda a buscarme el romero o tráeme la ruda, y para el dolor de esto, y friegas, qué sé yo. Entonces siempre he mezclado mi trabajo con ese conocimiento más tradicional de la medicina de las plantas. Como hacer el alcohol con romero para las friegas del dolor muscular o de huesos, o hacer el agua de ortiga para lavarte el pelo para que no se caiga más, cosas así. Estuve bien mezclada con eso gracias a mi abuelo y al patio gigante que tenía él en la casa.
Y el área que más me gusta de Mon Rayün es enseñarle a la gente a trabajar la medicina del cuerpo, y que no solamente se trabaja en belleza externa, mi propósito siempre fue enseñar cierto grado de autonomía, que la gente pueda hacer cosas de forma simple, o medianamente simple, porque igual hay cosas que uno necesita que son especiales. Y que pueda esparcirse esto de que hay cosas que te van a ayudar a sanar por dentro y por fuera.
Y Mon Rayün ¿qué significa?
Florecer Fértil, el sentido que le di al nombre tiene que ver con que para mí Mon Rayün fue plantar una semilla en muchos ámbitos: plantar primero la semilla de la inquietud, de que la gente puede hacer sus propias cosas. Por ejemplo, los talleres trato de no cobrarlos a precios muy elevados, sembrar esa semilla de la curación propia, de la sanación propia de la gente que viene a hacer los talleres. Yo siempre les entrego listas de plantas medicinales, les explico cómo las pueden usar, pero en realidad requiere mucho estudio de parte de esas personas, entonces busco al menos dejar esa semilla de que por aquí pueden hacer algo, que por aquí pueden partir.
Y también para mí fue emprender, fue generar un territorio nuevo de trabajo, dedesarrollo personal, de ver el mundo. Hago muchos trueques, me gusta el trueque, a veces no tengo comida en el “refri” (risas) pero tengo el corazón súper contento. La vida que llevo es una vida que me gustaría solamente en el ámbito de tener más plata, por ejemplo, como para cubrir todo lo básico. Pero fue apostar, Mon Rayün fue lanzarme y tirar muchas semillas y tratar de que esto fuera fértil, y que fuera fértil para todos, para los que compran Mon Rayün, para los que toman los talleres, para los que trabajamos acá.
Entonces Mon Rayün tiene dos secciones. Uno son los productos y por otro lado están los talleres.
Claro. En el taller trabajamos con recetas y propiedades de plantas medicinales.
También incorporamos elementos tóxicos en cosmética, hay una parte teórica que incluye harta información para que la gente vaya “cachando”. Que puedan agarrar una crema y decir: esto tiene propilenglicol, y saber que es un derivado del petróleo y que está clasificado como un producto no recomendable para el uso humano. Cosas así.
¿Quién más trabaja en Mon Rayün?
Usualmente soy yo sola, pero tengo el apoyo de otra persona que es Luz, mi hermana. Con ella en un principio comenzamos a trabajar el tema de los presupuestos, de la marca y ese tipo de cosas.
Ha habido varios tipos de colaboradores, por ejemplo, la imagen de la marca la hizo el papá de mi hija. Pero colaboradores constantes soy solo yo. Y de repente colaboradores sin retribución económica.
¿Esta es tu principal fuente de ingreso?
Es mi principal fuente de ingreso e igualmente trabajo en otras cosas. Como depende 100% de mí, estoy trabajando constantemente haciendo cosmética, vendiendo y haciendo los talleres. Por otro lado, trabajo como paisajista en algunos proyectos de gobierno, que es mi profesión. Y trabajo también el telar, hago cintos y cintillos y los vendo para las chicas que son sahumaduras. También trabajo en el área de terapias naturales haciendo una labor que tiene que ver más con lo energético, trabajo leyendo runas, leyendo manos, hago sahumasiones, limpias, reiki y ancestrología. Y con todo eso me mantengo.
Aquí puedes leer la segunda y la tercera parte de esta entrevista.